Sunday 22 April 2012

Frente a la inminente sorpresa de sus orgasmos, Christine absorbía fluidos provocados por la extenuante boca de su amante, aquella que aprovechaba para profesarle su amor cuando el licor yacía sobre el paladar de ambas, haciendo que su fantasía secreta renaciera con fervor con cada caricia, con cada gemido exhalado compartiendo entre partículas irrigadoras de endorfinas.
Christine en su estado de sobriedad prefería repasar falos con su lengua y profanar sus cavidades con aquellos erectos instrumentos masculinos, recordabale siempre su cerebro la frustración para aceptar su condición de besar pezones y lamer vulvas en un desenfrenado intercambio de hormonas femeninas, así que embriagaba su hipotálamo para permitirse tales placeres lésbicos, que aun así a la mañana siguiente eran remarcados por un constante arrepentimiento.

La noche del efímero carmesí ocultando el brillo oscuro en los ojos azabache de Ella.

El goce sobre aquellas sabanas remarcadas por su superhéroe favorito, eran las únicas que resguardaban el cuerpo del delito.
Suavemente se desnudaron contemplando la parecida simetría de sus cuerpos, observándose la esbeltez uno del otro, pero extrañamente hermosos; Christine complacía a su compañera con el afán de sus dedos masturbando su apetito clitoriano y el roce de su lengua sobre aquellos rosados pezones, haciendo que los diminutos pantis de su amante compañera se humedecieran uniéndose a la privada fiesta de Christine. 

Sus manos intercambiaron botones en estupor, elevando el placer que provocaba la irisación voyerista, seguidamente fueron sus lenguas juguetonas que alimentaban la ninfomanía de Christine la cual era una experta en ponerse en situaciones húmedas, y llegando a su cuarto orgasmo su cerebro le inducia cierto sentido común añorando que la penetrara un falo deteniendo la escena pasional para disponerse a abandonar las estancias sin importarle lo que afloraba cada vez en el alma de aquella incondicional amante.
Ella quedaba destrozada cada vez sintiéndose como algo desechable;
pero esta vez su amor bordaría el desespero en locura y decidió apoderarse de Christine para siempre hacerla suya.
Concurrió  a petrificar su vida y mantenerla fresca para poder poseerla cada noche entre sus onirismos necrofilicos y así Ella remontaba sus escenas sobre aquel cuerpo que después de ocho días palidecía con cada beso no correspondido, concluyendo su amorío tomo a Christine y la sedujo a un cuarto junto a otros tres cadáveres.

Némesis.


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Saturday 21 April 2012

Capitulo #4 Delírium trémens



‘’La vibración en sus muñecas excitaba su oscuro corazón, con cada suspiro, exhala placer, irriga endorfinas enviciadoras’’

Némesis

Marie, la protagonista de esta historia, es una joven de 17 años que se regocijaba entre fiestas y la estridente música que sonaba en la disco,
donde su popularidad hacía amigos vacíos, que aproximaban su eterna juventud a pensamientos banales y superfluos.
El jolgorio ciertamente mantenía sus neuronas ocupadas sumergiéndose en un universo donde el reinaba con absoluto poder la superficialidad, haciéndola olvidar sus experiencias de fracasos y decepciones. Su silente vacío la confinaba a la búsqueda para llenarlo;
Mamá para navidad le había regalado clases de culinaria, las cuales la mantuvieron emocionada, sentimientos que albergaba con fuerza para no sentir esa tajante soledad que le imponía estar con ella misma y pensar… que tortura!
Sus padres de clase mediana, le otorgaban ciertos caprichos y le mimaban, convirtiendo a su único retoño en un caudal de exigencias por cumplir… Dinero, se habían convertidos su par de progenitores que trabajaban 24/7 por el simple hecho de no estar en casa.

Ocurrió que un día mientras caminaba por los atestados pasillos y vitrinas de un centro comercial, se detuvo frente a una tienda de video juegos, que curiosidad le habrá hecho cometer  tal acto;
Marie no podía dejar de mirar la alegría de unos chicos producida por un control en sus manos mientras asesinaban monstruos, zombies, o por el simple hecho de pasar de nivel; quedó estupefacta por casi media hora, en la cual uno de los chicos noto su presencia y le preguntó si deseaba jugar, al principio hizo un gesto reacio frente a tal solicitud, pero su curiosidad se aumentó y por inercia tomó aquel instrumento que en manos de cualquier persona se convertía en una poderosa arma mortal.
Así pasaron dos semanas, concurriendo aquella tienda, entonces fue cuando Marie decidió comprar una consola de videojuegos para seguir experimentando aquel fervor alegre que le producía asesinar zombies, luego de su compra camino a casa compro dos botellas de vodka para poder embellecer su energía.
Cuando llegó a casa sus padres no se encontraban como solían hacerlo, aprovechando sus ausencias, comenzó la matanza y a medida que pasaban los minutos sus botellas disminuían rápidamente obligándola a buscar más en la nevera, hallando sorpresivamente tres botellas más de su enviciador vodka, -Excelente- pensó Marie; devolviéndola a su tarea ardua de continuar con el exterminio de seres monocromáticos que solo deseaban succionar su cerebro y transformarla en una igual a ellos.
Pasaron las horas bebiendo y jugando, diciéndose así misma: La combinación perfecta!
Mientras sus skills de shooter en primera persona se veían aumentados con el paso de los días.
Un leve cambio en su personalidad agrego una vida antisocial, porque esas dos semanas llendo cada día al centro comercial para entretener su mente con videojuegos la habían marcado para siempre, solo que su hábito de alcoholizarse se había adherido con fuerza.
Una mañana despertó  con grandes deseos de seguir asesinando zombies, pero su sorpresa fue que estaba bañada en sangre que no le pertenecía, bajo temerosa a la primera planta de su casa, observando aquella escena con horror, las paredes chorreaban carmesí de tal forma que se le implanto la idea terrorífica de que a sus padres les había ocurrido algo realmente malo, dispuso entonces sus sentidos a pedir ayuda, pero vio acorralada su morada por patrullas policiacas que le exigían que saliera con las manos en alto y desarmada… desarmada?!  Pensó Marie
no comprendía nada  haciendo que su corazón se acelerara con tanta confusión. Dos policías recurrieron a ella e hicieron que se acostase sobre el suelo, la mirada de Marie se posó sobre algo peculiar que daba a la mesa de la sala de la sala frente a la T.V, una caja sin descorchar  que contenía la consola de videojuego que había adquirido y al lado de ella descansaba una escopeta ensangrentada.
Su sorpresa fue tal que quiso morir al instante al recordar lo sucedido: aquel día en que decidió comprar su consola se encontraba con abstinencia de licor, sus padres llevaban varias semanas tratando de controlarle la forma en que bebía su única hija, privándola así de sus honorarios. Pero los deseos de conectar su propia consola la llevo al hecho de entrar a la oficina de su padre para sacar algo de dinero y poder obtener sus dos pequeños placeres; el licor y los videojuegos;
mientras intentaba alcanzar su cometido observo en un estante la escopeta de caza el cual alimentó una idea macabra de traer su videojuego favorito asesina-zombies a la realidad.
Así fue como lo tomo y movida por la corrupción de su problema alcohólico comenzó la carnicería en shooter primera persona; primero fueron sus padres en la cocina para luego ir al lugar favorito en el centro comercial de los que solían ser sus amigos frecuentes a los que fue derribando uno por uno, luego entró a la tienda de videojuegos y luego de exterminar hasta el último ‘’zombie’’ coloco una caja que contenía su consola favorita entre sus manos retornando así a casa.

Nemésis.

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