Extrajo una galleta con sabor a chocolate de su bolsillo contemplando la inmensidad contextual del libro sostenido por sus manos, Mr Abad entretenía sus pensamientos paulatinamente a su huésped de seis meses que albergaba su vientre, suspirando con fervor daba alaridos en los cielos, la increíble noticia que dejaba en detención y castigo el tiempo que despojaba las hojas de un árbol sobre la banqueta grisácea de un solitario parque, miles de preguntas, de decisiones, de suspiros multicolor que dibujaban sus cordones sobre aquellos zapatos cómplices de su letargo neural, le decían a ella que huyera con todas las energías de una batería de carro.
Pero haber oído su latir de corazón le detuvo a compartir ‘’el olvido que seremos’’ y sentir como le insistía en su existencia atraves de pataditas y movimientos que le daban a entender que también estaba viva, cambiándole totalmente la perspectiva a la jovenzuela blanquecina, brindándole a las violetas una compañera más que aun el mundo no conoce, pero si siente.
Burbuja contenedora de ilusión y esperanza, Violeta se ha metamorfoseado en kilómetros de emocionantes días de espera que la acogen con amor, mi Violeta ahora que ocupas el lugar más importante de mi corazón, aguardo expectante para acogerte entre mis brazos y besos y jamás dejarte ir de mi lado… Te amo, hija mía!
Nemesis.
